10.30.2008

ARTRITIS REACTIVA
La artritis reactiva, también llamada síndrome de Reiter, es un tipo de artritis que se produce como forma de reacción a una infección en alguna parte del cuerpo. La mayoría de las infecciones que producen la enfermedad se originan en el aparato genitourinario (la vejiga, la uretra, el pene o la vagina), su diseminación es a través de contacto sexual. Una forma de la enfermedad se conoce como síndrome genitourinario de Reiter o síndrome urogenital de Reiter. Otras infecciones que pueden causar artritis reactiva son las infecciones gastrointestinales, debidas al consumo de alimentos contaminados o al manejo de sustancias contaminadas, en este caso la enfermedad recibe el nombre de síndrome de Reiter gastrointestinal o síndrome de Reiter entérico.

La artritis reactiva se caracteriza por la inflamación de las articulaciones y afecta principalmente a los varones jóvenes de entre 20 y 40 años de edad. Aunque los investigadores no están seguros de por qué algunas personas desarrollan artritis reactiva como respuesta a ciertas infecciones, se cree que un factor genético (la presencia del gen HLA-B27) puede aumentar el riesgo.

La artritis reactiva, o síndrome de Reiter, generalmente va precedida de una infección producida por bacterias, como la Chlamydia trachomatis (una enfermedad de transmisión sexual) o la Salmonella (una bacteria que puede contaminar los alimentos). Es importante destacar que la artritis reactiva en sí no es contagiosa, sino que lo es la bacteria que la produce.

El diagnóstico de la artritis reactiva puede resultar difícil, ya que no existen exámenes de laboratorio específicos para confirmarlo. Sin embargo, el médico puede realizar el diagnóstico basándose en la historia médica y en los síntomas que le describe el paciente. Además, se pueden realizar ciertos exámenes de sangre para descartar otras enfermedades, como la artritis reumatoide y el lupus. Otros exámenes de diagnóstico puede incluir los siguientes:


Velocidad de Sedimentación Globular (VSG) (su sigla en inglés es ESR) - medición de la rapidez con la que los glóbulos rojos caen hacia el fondo de un tubo de ensayo. Cuando existen hinchazón e inflamación, las proteínas de la sangre se agrupan y pesan más de lo normal. Por eso, al medirles, caen y se posan más rápido en el fondo del tubo de ensayo. Generalmente, cuanto más rápido se depositan las células de la sangre más grave es la inflamación. (Las personas que padecen artritis reactiva suelen tener el ESR elevado.)



Exámenes para detectar ciertas infecciones que se asocian con frecuencia a la artritis reactiva, incluyendo exámenes para detectar Clamidia.



Aspiración articular - consiste en extraer líquido de la articulación.


Muestras de sangre y de heces.


Rayos X (en busca de espondilitis, sacroileitis, hinchazón o daño de las articulaciones) - energía electromagnética utilizada para registrar en una placa imágenes de huesos y órganos internos.

El tratamiento específico para la artritis reactiva será determinado por su médico basándose en lo siguiente:


Su estado general de salud y su historia médica.
Que tan avanzada está la condición.
Su tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
Sus expectativas para la trayectoria de la enfermedad.
Su opinión o preferencia.
En el tratamiento generalmente se incluyen antibióticos para curar la infección causante de los síntomas de la artritis reactiva. Además, el tratamiento puede incluir lo siguiente:

Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos.


Corticoesteroides para reducir la inflamación.


Medicamentos inmunodepresores para eliminar la inflamación, como por ejemplo el metotrexato.


Reposo para disminuir el dolor y la inflamación.


Ejercicios para fortalecer los músculos y mejorar el funcionamiento de las articulaciones.

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