GraCIASS

Dicen que cuando la noche es más oscura es porque más cerca esta el amanecer.
Que rápido pasa el tiempo, verdad? Parece que fue ayer cuando egresaba del colegio en busca de nuevos horizontes. La universidad, mi gran meta. Y no solo formar parte de una familia universitaria; sino llegar a cumplir la gran misión que tengo en la tierra: SERVIR A LOS DEMAS.
Recuerdo aquel primer día de clases: era un día cálido de marzo nos encontramos en un pasillo, la mayoría nunca se había visto, todos los rostros prácticamente eran desconocidos, cada uno con sus sueños bajo el brazo, cada uno con sus propias utopías, cada uno con sus miedos y compromisos. Todo era nuevo, todo era un desafío, la universidad se mostraba como un mundo muy diferente a lo que conocíamos. Desde ese primer día nacieron amistades, diferencias, sentimientos; fuimos conociendo el valor de la diversidad y de la tolerancia, la importancia del compromiso con la gente, lo importante de ser optimistas, de tener perseverancia.
Todos hemos crecido y madurado. Pero lo importante es que cada uno de nosotros a aprendido a luchar por lo que quiere, a valorar la amistad, a comprender y amar a Dios cada día más. En este lugar aprendí, crecí, perdoné y conocí el amor.
Cuando la oscuridad de la noche me atemorizaba... ustedes estuvieron ahí mis amigos, mis hermanos... para mostrarme que la aurora del nuevo día, llegaba.
Gracias por su tiempo, por demostrarme su preocupación, por escuchar mis problemas y ayudarme a buscarles solución y sobre todo por sonreír y mostrarme su afecto.
Gracias por todos lo momentos que hemos compartido, momentos llenos de sentimiento; sueños compartidos, anhelos, secretos, risas, lágrimas y sobre todo AMISTAD. Cada preciado segundo quedará en cada uno de nuestros corazones.
Aprendimos a ser libres y no dejarnos arrastrar por ningún obstáculo, aprendimos a ser tenaces y siempre sinceros con nuestros sentimientos y pensamientos, a ser consecuentes con nuestros actos, a ser respetuosos y sobretodo, aprendimos de nuestros errores.
Aprendimos de la experiencia y del recuerdo, ahora manejaremos con sabiduría el porvenir. No olvidaremos que el destino no se compra, se construye con esfuerzo.
Es verdad, aprendimos muchas cosas juntos, pero lo más importante es que aprendimos juntos a ser más personas, más humanos, más amigos, más hermanos.
El éxito en la vida no sólo se alcanza por las profesiones, títulos o cargos adquiridos; se logra, por sobre todo, siendo hoy mejor persona que ayer.
Que nos mueva el deseo de ser mejores, que no nos de miedo el desafío: recuerden que solo el verdadero deseo vence al miedo.
Vivimos para el hoy y el mañana y no para el ayer y recuerden que el combustible de los sueños es el amor.
“Un gran reto en la vida es terminar lo que uno empieza".. Amen, vivan y sueñen.